El granallado mediante la granalladora de gancho o carga suspendida automática, es también es necesario para pintar piezas metálicas de nueva fabricación, ya que estas contienen escorias y calaminas de fundición, aceites de mecanizado, etc, contaminantes que solo se desprenden con la técnica del granallado.
Estudios realizados en el laboratorio de ensayos del Instituto Tecnológico Metalmecánicode AIMME demuestran que las piezas pintadas que han sido tratadas con granalla resisten mucho mejor los ensayos de adherencia de la pintura, resistencia al impacto y resistencia a la corrosión.
El granallado es un método que se utiliza para limpiar, fortalecer (peening) o pulir el metal. El granallado se utiliza en casi todas las industrias que utilizan metales, incluyendo: la aeronáutica, la del automóvil, la de la construcción, la de fundición, la naval, la del ferrocarril y otras muchas.
El granallado es una técnica de tratamiento de limpieza superficial por impacto con el cual se puede lograr un acabado superficial y simultáneamente una correcta terminación superficial. Consiste en la proyección de partículas abrasivas (granalla) a gran velocidad (65 – 110 m/s) que, al impactar con la pieza tratada, produce la eliminación de los contaminantes de la superficie y, en su caso, estados tensionales más adecuados. En ocasiones se habla de chorreado o arenado y se trata de un proceso de similares características al granallado pero las partículas que se proyectan no son de acero.
Limpieza y preparación de superficies donde serán aplicados revestimientos posteriores anticorrosivos (pintura, cauchos, recubrimientos electrolíticos o mecánicos, etc).